martes, 18 de enero de 2011

El calendario

Al terminar o empezar el año es común que en nuestras manos caigan regalos promocionales; en Airevisual también. Uno de los regalos estrella en estas fechas es el calendario. En las paredes de Airevisual ya se han colgado varios. En la oficina antigua el sitio del calendario estaba en la pared de detrás de mi ordenador, en la nueva entre las pantallas del de Irene y el mío.

De la pared de la oficina antigua llegaron a colgar dibujos a plumilla de diversos monumentos de Segovia, provincia y ciudad, gracias a la empresa de uno de nuestros familiares. De una feria agroalimentaria, en la que acabamos de casualidad, salió el de 2010, que conoció las paredes de la antigua y de la nueva oficina. Regalado por el Ministerio de Sanidad para promover el consumo de frutas y verduras, este calendario ilustró cada uno de nuestros meses con una fruta u hortaliza de temporada rodeada de niños muy felices. Todo esto en una empresa en la que a un tercio no le gusta la fruta ni la verdura, a otro tercio no le suele apetecer comerla y al otro tercio le encanta. Por cierto, las fotos de niños felices entre vegetales de temporada no hizo cambiar de opinión a los dos tercios reacios a este tipo de alimentos.

Mención especial merece el calendario de Blanca que nunca se pasa. Se trata de un calendario de mesa en el que cada página se corresponde con un día ilustrado con un monumento, a escala mundial, y una explicación de éste. Cada día viajamos a país diferente. Como no hace referencia a días de la semana, ¡nunca se caduca! Eso sí, llevamos más de tres años viajando anualmente a los mismo sitios. Quizá ya sí se haya pasado...

Este año, más bien a finales del año pasado, nos regalaron un calendario con la fauna típica de Segovia (de la misma empresa del de los monumentos). Nos sorprendió descubrir (y eso que una es segoviana) que en esta provincia los animales más característicos sean insectos. No es muy agradable ver a un saltamontes común segoviano a primerísimo primer plano colgado encima de tu cabeza. Ante tal problema, una persona que nos quiere mucho (o al menos a una de nosotras) pensó que qué mejor idea que regalarnos un calendario de los que ahora están muy de moda para recuadar fondos, y así alegrarnos la vista y no morirnos de asco. Así, nos regaló un calendario del cuerpo de bomberos de Toledo, en el que como se imaginarán se puede apreciar el buen cuerpo que tiene este cuerpo.

Poco tiempo estuvieron los bomberos colgados, pronto regresaron los insectos segovianos. Los bichitos son más feos y más asquerosos, pero su calendario es mucho más claro y funcional. ¡Qué le vamos hacer!

María