jueves, 27 de mayo de 2010

Ya estamos instaladas

Aún quedan algunos trastos por el medio, un par de cajas sin un sitio definido, dos cuadros sin colgar y una balda de Ikea que hay que montar, pero se puede decir que ya estamos instaladas en nuestra nueva oficina.

En el anterior local dejamos un par de muebles y muchas historias. Anécdotas de nuestros comienzos, algún que otro tropiezo, valiosas lecciones y, sobre todo, muchos recuerdos. De hecho, eran tantos que nos vimos obligadas a buscar una oficina más grande para poder guardar todo esto y, además, todas las experiencias que vengan en el futuro. Así, empezamos a buscar un nuevo lugar para trabajar, avanzar y disfrutar.

Y ese sitio es nuestra actual oficina, desde la que os escribo. Giro la silla, la veo y sonrío. Me gusta cómo es, me gusta cómo la hemos dejado y sobre todo, me gusta pensar en todos los proyectos que vamos a llevar a cabo en ella, todas las llamadas que vamos a recibir y las que vamos a hacer, todos los correos electrónicos que vamos a tener,…

Aún seguimos diciendo frases como “¿Dónde está lo que había en este cajón?” o “Recordad que dejo esto aquí, que es su nueva ubicación”. Queda pendiente colocar el cierre de la puerta del armario. Todavía tenemos que localizar un contenedor de reciclaje de papel en esta calle. Pero ya estamos aquí, trabajando a pleno rendimiento, con ganas de seguir hacia delante y con la ilusión de contaros todos nuestros avances.

IRENE

3 comentarios:

Blanca dijo...

Ayer soñé que nuestra antigua oficina, donde empezamos con este sueño, había sido alquilada de nuevo. Desde fuera, vi como habían tirado el muro que separaba las estancias y que habían pintado sobre nuestra pared azul. Vi a gente nueva, que pululaba por ella como si hubiera estado allí toda la vida. Y se me hizo un nudo en la garganta...

Laura dijo...

@Blanca: te sonará raro (porque es posible que me explique mal) pero esa oficina no es vuestra oficina. Vuestra oficina era azul, tenía las mesas dispuestas de una manera concreta, una parte donde teníais los ordenadores y otra donde se grababan las piezas. Eso que tú dices está en el mismo lugar que vuestra oficina pero es otra oficina diferente donde trabajan personas diferentes.

M. San Felipe dijo...

Ooooohh!! Qué bonito Laura. Es verdad, nuestra primera oficina ya no es nuestra oficina

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